Gold Dream: El barco de los sueños.

Toda mi vida he soñado con salir lejos, perderme en algun lugar y de ahi, viajar y conocer el mundo. Pero la vida no es tan simple. Hoy en dia, tengo solo 12 años, me diagnosticaron leusemia hace mas de tres, pero el dia de hoy es especial, aunque ya no importa. El día de hoy es mi cumpleaños, pero mis papas aun siguen llorando. Hace tres dias me internaron, no dejaba de sangrarme la nariz, me dolia la cabeza y comenze a vomitar sangre. Papa y mama se preocupan mucho por mi, no deberian, pero lo hacen.
Antes de venir a el hospital, mi mama me dijo que si no pasaba nada malo, tomar una hoja de alguna libreta e hiciera una lista que contubiera las cosas que quiero hacer antes de morir. Ahora la estoy haciendo, solo llevo tres opciones, el cuarto es un secreto que no quiero contar...
1.- Estar en dos lugares a la vez
2.- Conducir un aunto de carreras
3.- Enamorarme
4.- ...



Era un día gris. Las nubes cubrían el cielo en su totalidad, impidiendo que el mas pequeño rayo de luz se asomara; este clima amenazaba con una lluvia que solo enfriaría mas las grises calles de la ciudad.
La vida en esta era como todos los días; personas trabajando en sus negocios u oficinas, autos viajando de un lado a otro, unos con prisa pues se les hacia tarde y otros despacio que disfrutaban del paisaje. Niños jugando en el parque y estudiantes yendo a su escuela. Por otro lado, una ambulancia dirigiéndose a un hospital.

De entre todos los hospitales de la región, uno destacaba. El Hospital Universitario Princeton-Plainsboro, reconocido mundialmente por las locuras cometidas por uno de sus doctores; aun así, el podía alardear de ser uno de los mejores que existen.
Hoy, acaba de atender a su ultimo paciente...

-Mi trabajo terminó, la niña ya no vomitara sangre ni tendrá dolor- dice un sujeto con un bastón.
-Perfecto, así pasara su ultima semana de vida cómoda- responde con un suspiro un doctor de cabello castaño.
-Con mucha suerte llegara al sábado y hoy es jueves.
-Que optimista eres; muchos dicen que eres la ultima esperanza de tus pacientes, pero si se trata de alguien con cáncer, tu simplemente lo das por muerto. Te diré algo nuevo: el cáncer se cura
-¿La leusemia terminal se puede curar? Veo que la medicina ha avanzado tanto.
-Eres increíble. No puedo creer que no te importe ella.
-¿Qué esperabas? Para el sábado estará muerta.
-Podrías disimular un poco de compasión. No logro entender que extraño placer encuentras en el sufrimiento de tus pacientes.
-Puedo ser como Cameron y casarme con esa niña; pero me acusarían de pedífilo
-Sabes que ella esta en su cuarto, ¿verdad?
-¿La niña? Es obvio, tomando en cuenta que no se puede ni sentar.
-No me refiero a Nancy. Estoy hablando de Cameron.
El tipo del bastón se detiene en seco, se da la vuelta y camina lo mas rápido que su pierna le permite. En su saco se asomó una ficha, que lo identificaba como Gregory House.
-Si no la saco de ahí esto va a terminar en una batalla legal por la custodia de la niña.
-Déjala, le esta contando un cuento
-Espero que sea la caperucita roja, yo podría interpretar al cazador.
-Yo diría que mas bien a un ogro...

El doctor House llegó a la habitación de su mas reciente paciente; una niña de unos 13 años llamada Nancy Otori; mitad japonesa y mitad americana. El sé detiene en el umbral de la puerta, mirando la escena que la niña y la doctora Allison Cameron hacían en ese momento. La doctora de cabello café estaba sentada junto a la cama, con una expresión dulce en el rostro. En el lecho estaba recostada Nancy Otori, sus rasgos japoneses resaltaban, pero tenia los ojos verdes y su estatura era un tanto mayor a la de otras niñas asiáticas de su edad, además, era rubia, hasta que se sometió a quimioterapia, que le provoco la caída de su cabello.
Sus ojos reflejaban una tristeza, una profunda depresión...
Para tratar de alegrarla, la doctora decidió contarle varias historias, pero dejó la mas importante para el final...
-¿Se acabaron los cuentos?- preguntó Nancy con una débil voz.
-No- le respondió la doctora con una sonrisa- Aun me queda uno; pero no es un cuento, es una leyenda. ¿Alguna vez escuchaste algo sobre el Gold Dream?
-No...
-Eso pensé, solo es conocida por los marineros.
-¿Y entonces como es que usted la conoce?
-Mi abuelo era marino y me la contó cuando era niña, creo que tenia tu edad.
Nancy no respondió nada, se limitó a contemplar la sonrisa de su doctora.
-Déjame comenzar. La leyenda del Gold Dream inicio hace muchos años, en la época de los piratas....
“Se dice que en esos años, vivió un cruel capitán pirata. Su nombre era Leo di Piero, quien gano fama en los mares por su ser sanguinario y salvaje en sus robos, pero también trataba muy mal a su tripulación. Una noche, todos sus marinos ya molestos, lo ataron mientras dormía y lo arrojaron al mar. Se dice que para evitar su condena, hizo un pacto con Dios y se ofreció a navegar el Gold Dream hasta que llegue el día en que sea perdonado por todos sus pecados.”
“Este barco es muy especial, no existe otro igual. Es un navío capaz de navegar por los mares mas bravos que existen y también de surcar los cielos mas altos. Además en su camino despide un destello dorado que proviene de sus grandes velas.”
“Este barco tiene por tesoro a todo aquel que suba y tenga un sueño importante que cumplir, pues solo así pueden abordarlo. Pero no solo son el tesoro, también son la fuerza que le permite viajar a la nave por lugares inimaginables.”
“Se dice que los sueños son representados por una barra de oro y permanece en el barco hasta que el pasajero lo cumple. Esa es la misión del capitán Leo en el Gold Dream, cumplirle sus sueños a las personas, pero no cualquier sueño, si no sus sueños mas profundos e imposibles de lograr.”

Cameron había terminado su narración. Nancy se había entusiasmado con esa leyenda, sobretodo por la parte de cumplir sus sueños imposibles.
-¿Y como subo a ese barco?- preguntó inquieta la niña
-Solo debes de tener un sueño imposible de lograr. Según me dijo mi abuelo, el capitán Leo se le aparece a aquellos que mas lo necesitan.
-¿Y cree que venga conmigo?
-Tal vez. Si tienes un sueño que quieras realizar.
-Tengo uno... pero me da pena platicárselo.
-No tienes que hacerlo- le dijo la doctora, sonriente- Disculpa, pero me tengo que ir.
-Esta bien. Espero que el capitán venga conmigo.
-Solo te resta esperar, puede que venga esta noche.
-Doctora Cameron- dijo Nancy, abrazando un osito de felpa- Gracias por todo.
-No tienes nada que agradecer, ahora descansa. Y por cierto, feliz cumpleaños.

Cameron salió de la habitación para encontrarse con su jefe, el doctor House, quien la miraba con una expresión sarcástica.
Su bastón se balanceaba en sus dedos, y el no dejaba de verla.
-Dándole falsas esperanzas a una niña moribunda
-Solo fue una historia inocente
-Hay tantas cosas incoherentes en eso que le dijiste. En primer lugar, tu abuelo no era marino.
-Pero si me contó esa historia. ¿Cuál es el problema House? Solo trato de hacer mas feliz el día.
-El día, pero estoy seguro de que mañana estará inconsolable porque ese “capitán” no se apareció. Menos mal que no convivo con los pacientes.
-Deberías de hacerlo, Nancy es una niña maravillosa.

Nancy se quedó en su cama, en la misma posición. Cuando se percató de que estaba sola, metió la mano bajo su almohada y sacó un cuadernito morado, con unas estampillas pegadas en la portada.
Ella lo abrió y comenzó a hojearlo, en cada pagina tenia dibujos, recortes, estampas y todo tipo de imágenes relacionadas con el anime. En una pagina estaba Naruto, en otra Sakura y Shaoran, en las siguientes había personajes de One Piece, Hellsing, Elfen Lied, InuYasha, Ranma ½, Evangelion, School Rumble, Saint Seiya; en fin, tantos animes que era difícil contarlos.
Así pasó un tiempo, cerca de una hora viendo su cuaderno. Cuando volteo la ultima pagina y cerro la libreta, la abrazó y después la sostuvo frente a su cara. Dio un suspiro...
-Un sueño imposible... yo tengo uno de esos.- dijo, sosteniendo el cuaderno en sus manos- Capitán, por favor venga conmigo. En verdad lo necesito... un ultimo viaje antes de morir...

De nuevo abrió su improvisado álbum, en una pagina donde tenia un collage de sus personajes favoritos, todos juntos, como si posaran para una foto.
De nueva cuenta, pasó mucho tiempo hojeando su cuaderno.

Era de noche, alrededor de las 12:00 a.m.
Todo en el hospital estaba callado, a excepción de uno que otro paciente con insomnio o enfermeras haciendo su trabajo rutinario.
Nancy yacía dormida en su cama. Se le veía tan inocente y vulnerable; profundamente dormida. En su brazo tenia aquel osito de peluche tan importante para ella, pues fue un regalo de su hermano. Y bajo la almohada, lograba asomarse su libreta morada.
Todo estaba tranquilo, hasta que de la nada, un fuerte viento comenzó a soplar. Los árboles se balanceaban peligrosamente y las ráfagas de aire golpeaban salvajemente las ventanas.
Esos ruidos lograron despertar a Nancy, sacándola de su mundo de ilusiones.
Ella se dio vuelta para darse cuenta de que el clima había cambiado. Dándole poca importancia volvió a cerrar los ojos y tratar de dormir.
El viento siguió soplando fuerte, azotando las ventanas de la habitación de Nancy; curiosamente, solo sus ventanas se sacudían.
La niña trataba de dormir, pero el ruido provocado por el viento se lo impedía. Se dispuso a darse de nuevo la vuelta, pero un fuerte destello dorado iluminó su rostro, lo cual hizo que inevitablemente abriera sus ojos. Asustada, logro sentarse para ver que ocurría; la luz provenía de afuera, pero no distinguía nada.
De pronto, con otra fuerte ráfaga de viento, sus ventanas rompieron. Los cristales volaron por toda la habitación, pero ninguno cerca de Nancy. A pesar del ruido provocado, nadie se acerco a ver que ocurría, todos seguían dormidos. La niña gritó a sus padres y llamó a las enfermeras, pero nadie la escuchó.
En el marco donde antes había un grueso cristal, se colocó un puente de madera, que venia de la fuente de aquella fuerte luz dorada. Se escucharon unos pasos que venían de ese pasadero, pasos firmes y calmados.
Nancy se sentía un poco intimidada, pero al mismo tiempo y por alguna razón, entusiasmada. Una idea le vino a la mente, recordó la leyenda que la doctora Cameron le contó.
Finalmente, aquel sujeto cruzó el umbral de la ventana.
Su indumentaria era extravagante, pero igual se le veía bien. Un extraño pantalón color lavanda a rayas azules, una camisa blanca, un chaleco verde olivo, un gran sombrero negro con unas cuatro plumas de pavo real y un cinturón igual de negro, pero con un espada colgando de el. El largo cabello castaño del sujeto le llegaba hasta los hombros y sus ojos grises irradiaban cierta confianza.

Aquel hombre se le acercó a Nancy. Le miró la cara detenidamente.
-¿Nancy Otori?- preguntó
-Si... soy yo- respondió tímida la chica
-Un placer conocerte. Soy el capitán Leo di Piero, me dijeron que tienes un sueño que cumplir antes de morir y para eso estoy aquí. Nancy, bienvenida al Gold Dream.

Nancy fue embargada por la felicidad. La emoción fue tan grande que su corazón casi no lo soporta. Se levantó, milagrosamente, de la cama, corrió (arrastrando el tubo de la intravenosa) y abrazó al capitán del barco. El solo le acaricio la cabeza, pero sus ojos demostraban una extraña compasión...
-Debemos irnos. Los chicos nos esperan; además el viaje es largo y tenemos poco tiempo para hacerlo, así que acompáñame al barco.
-No puedo creerlo... esto es...
-Fantástico, increíble, maravilloso, excitante, emocionante, etcétera, etcétera. Todos dicen lo mismo.
-Esto debe ser un sueño, no puede ser real.
-Te equivocas Nancy, esto es tan real como tu y este hospital. Ahora subamos.
Nancy solo sonreía. Tomó de la mano al capitán y lo acompañó al puente, pero antes de subir recordó una cosa, regresó a su cama y tomó el osito de felpa y el cuaderno que estaban en su cama.
-¿Equipaje?
-Solo lo mas importante. Vamos... Este ¿cómo es que estoy de pie y corrí por estas cosas?
-El poder de los sueños. Te contaron la leyenda, tus sueños son el poder del Gold Dream y ese poder se te transmite a ti. Podríamos decir que estas curada.
-¿Solo para hacer el viaje?
-Si así lo quieres, pero tal vez en el camino puedas encontrar la cura para tu enfermedad.
-Los doctores dicen lo contrario, que no tengo esperanzas.
-Los sueños pueden hacer cosas impensables. Vamos, en el barco te explicare mas cosas.

Ambos pusieron sus pies en el puente, el capitán Leo no cambio en nada; pero cuando Nancy pisó lo piso, su vestimenta cambio. Esa bata de hospital fue sustituida por un hermoso vestido verde esmeralda, sus pantuflas se transformaron en un par de bellos zapatos negros, el tubo de intravenosa desapareció y su cabello volvió a crecer; su rubio cabello, el cual perdió por las quimioterapias, volvo a crecerle hasta la cintura, como ella quería desde hace mucho tiempo.
Ella no pudo evitar sorprenderse por lo ocurrido, sus manos temblaban y en sus ojos había lagrimas de felicidad.
-Nancy- le dijo el capitán Leo- Aquí inicia tu viaje

Le voy a meter el personaje de mi fanfic en sakuramex, ok?

En el cuarto de navegación:

El cápitan Leo miraba el agua del mar distraídamente. Esperaba, sentado en su lujosa silla de bordes dorados, a su fiel sirviente, y más que eso su guarura, Twemilgrim; quien trería la reluciente barra de oro que emergería del pozo de los sueños en la bóveda. La barra representaría el sueño de Nancy, y el cápitan no estaba dispuesto a zarpar hasta saber cuál era el sueño de la niña...
Toc, toc, toc...
-Pase -Dijo el cápitan, saliendo de su ensimismamento.
La puerta del cuarto se abrió, y apareció Twemilgrim, un muchacho jóven de mediana estatura, moreno y de cabello y ojos negros; que debía la vida al capitán y había decidido acompañarlo a través de su larga travesía para saldar su deuda.
-Cápitan Leo, aquí la tenemos.
Twemilgrim estiró el brazo y entregó al capitán un bulto de trapos. El capitán quito los trapos hasta haber destapado la reluciente barra dorada.
Leo la sostuvo frente a su cara. La examinó, la olió..., pareciera que estaba a punto de lamerla.
-Bien, -Dijo el cápitan- ahora veamos. Hazlo Twemil.
El jóven tomó la barra con ambas manos, se posó de rodillas sobre el suelo, y dijo:
-Muestra tu sueño al cápitan.
La barra se ilumino, y en la superficie comenzaron a dibujarse unas pequeñas letras cursivas.

*Adelante. Ustedes ponen a los personajes que quieran*

Uno a uno, los sueños que Nancy habia anotado en esa hoja se volvian a escribir en esa barra de oro.
-Veamos... estar en dos lugares a la vez, lo esta cumpliendo. Conducir un auto de carreras, eso sera sencillo; enamorarse, tipico de una niña.
El capitan dio un suspiro. Parecia desepcionado.
-¿Que ocurre?- le pregunto Twemil
-Pense que esta niña tendria un sueño mas interesante. Aunque debo admitir que me extraña que no sueñe con una cura para su enfremedad. Parecira que esta dispuesta a morir.
-Eso seria admirable. Por lo general todos le huyen a la muerte. ¿Quiere que lleve esto a la boveda de nuevo?
-No, dejalo aqui. Mañana ella lo llevara personalmente, debemos respetar el protocolo.
-Muy bien capitan.

Twemilgirm se dirigia al escritorio de Leo, cuando la barra de oro brillo de repente y empezaron a dibujarse otras letras. Era otro sueño, el cuarto sueño que Nancy queria dejer en secreto.
-Capitan, mire esto.

Leo di Piero se levantó inmediatamente de su asiento y corrio a ver la barra. Cuando llegó las letras habian terminado de dibujarse y podia leer con claridad el cuarto y ultimo sueño de la niña.
El lo leyó una y otra vez, una sonrisa se dibujó en su rostro y se la dirigio a su sirviente.
-A esto me referia- dijo feliz el capitan- Que sueño tan interesante, sera divertido cumplirlo. Necesitaremos una camara fotografica.
-¿Conocer a mis personajes favoritos?
-Eso si es imposible. Deberemos viajar a otra dimencion, a la dimencion de sus sueños. Y posiblemnete debamos basarnos en esto- dijo el capitan, mostrandole la libreta de Nancy a Twemil
-¿De donde sacó eso?
-Lo tome de la cama de la niña. Vamos con la tripulacion, debemos irnos.

El capitán salió del cuarto de navegación, acompañado por Twemilgrim.
Era de noche, las estrellas brillaban por lo alto y la brisa nocturna acariciaba sus rostros.
Ambos bajaron por unas escaleras de contorno dorado.
Al llegar abajo, el capitán posó un brazo sobre el hombro de su compañero.
-Bien Twemil, necesito que vayas por Nancy y la traigas aquí. Dale un chocolate o algo así. La necesito relajada.
Twemilgrim asintió con la cabeza y se retiró.

Minutos después, al llegar al cuarto de la pequeña, Twemilgrim abrió la puerta cuidadosamente, por si la niña estaba dormida. Pero en la recamará encontró a Nancy platicando con su ropero.
-Vaya, veo que ya conociste a Helga. -Dijo Twemilgrim- Bien, luego te pones tu pijama, necesito que vengas conmigo.
-¿Tan rápido te la llevas? -Se quejó Helga.
-Si, no te preocupes. Puedes platicar con la cama mientras vengo.
Twemilgrim recibió el golpe de un calzón en la cara.
-Tu siempre tan graciosa -Dijo el muchacho, retirandose los calzones del rostro- Y dime, Nancy, ¿ya te bailó?. Por que Helga tiene la costumbre de que, cuando conoce a alguien, canta y baila con sus amigos los bancos y los estantes.
Una serie de pantalones, playeras y calcetines salieron disparados sobre Twemil. El muchacho y la niña salieron del cuarto rápidamente.

-¿Y para qué me quiere ver el capitán? -Preguntó la niña.
Twemilgrim la miró un instante.
-Necesitamos de tus sueños.

Nancy acompaño a Twemilgirm. Ambos subieron a cubirta, donde toda la tripulacion del Gold Dream esperaba las ordenes del capitan Leo. Cuando la niña pasaba frente a ellos, volteavan a verla y le dirigian un cordial saludo.
Ahi estaba parado, frente al timon y viendo hacia el horizonte; parecia estar en alguna especie de trance. Nancy se le acercó, un tanto timida, pero no retrociedio al saber que Twemil estaba detras suyo.
-¿Capitan?
-El mar oculta muchos secretos- le respondio Leo di Piero sin verla- apesar de que he vivido en el por mas de 500 años, no los he descubierto todos... Hola Nancy ¿te gustó tu camarote?
-Este... si. Pero me asustó Helga
-Ah ella. Bueno, no todos los dias te topas con un ropero viviene. Ven, te presentare a los muchachos.

El capitan la tomo de la mano y la llevo con el hasta el asta. Ahi ordeno a la tripulacion que se formara frente a su pasagera para presentarse.
-Comenzaremos con nuestro vigia, el es Ty Jackman- dijo el capitan, señalado al tipo rubio de ojos cafes- No te acerque a su boca, a no ser que quieras terminar sorda.
-Bienvenida al Gold Dream- le dijo Ty- Por ti estamos aqui.
-Por aqui Nancy- dijo el capitan, sin darle oportunidad de regresarle el saludo a Jackman- Ellos son los gemelos Franco y Luigi Beletti- señaló a los muchachos de cabello negro y ojos verdes
-Un gusto conocerla señorita Otori- le saludaron los dos al unisono
-Por aqui tenemos a Paul Shark, Saúl Cruz, Rodrigo Cortés, Richard O´Banon y Peter Crew. Junto con los hermanos Beletti se encargan de todo aqui, ya sabes, izar las velas, levar anclas, limpiar la cubierta. Todo eso. Y veo que ya conoces a Twemilgrim, mi fiel sirviente.
-Un gusto conocerlos a todos- dijo Nancy, saludandolos con la mano
-Espera, aun falta alguien. Sin ella la vida en este barco seria imposible; te presento a la unica chica del grupo: Dulce Estrada, es la cocinera y por eso digo que la vida a qui seria imposible sin ella.
-Hola Nancy ^^- la saludó Dulce- Bienvenida al Gold Dream.
-Gracias. En verdas ustedes son muy amables al levarme con ustedes.
-Solo hacemos nuestro trabajo- dijo Dulce

El capitan tomó de nuevo a Nancy y le entregó la barra de oro.
-Nancy, este momento es muy importante. Vas a dejar tus sueños en este barco para que pueda avanzar. Esta barra los representa y seran nuestro tesoro, los protegeremos y trataremos de cumplir. Acompañame.

Nancy siguió al capitán, precedida por Twemilgrim. Los tres caminaron a lo largo del macizo piso de madera, y durante el recorrido Nancy pudo admirar la deslumbrante belleza que poseía el barco. Las velas eran majestuosas y doradas, el piso era firme y tenía un brillo casi inperceptible, la luz de los focos era tenue pero sufieciente como para alumbrar toda una estancia. Era magnífico.
En los costados del barco pudo atisbar una inmensa fila de cañones dorados...
-¿Y para qué sirven esos cañones? -Preguntó la niña.
Twemilgrim miró a los cañones de reojo y después a Nancy.
-Bueno, técnicamente los utilizamos para las batallas, pero esperamos que nunca tengas que verlos en acción.
-¿Al igual que esa caja? -Inquirió la niña, señalando una enorme caja de madera de la que destacaban de la superficie un enorme conjunto de armas: Espadas, pistolas, cuchillos...
-Los sueños son bonitos Nancy, -Se inmiscuyó el capitán- los utilizamos para transformar la realidad a nuestro antojo, y convertirlos en bellas fantasías. Pero así como existen los sueños, dentro de estos encontrarás pesadillas... pero no te preocupes por las armas, no pienso que nuestra travesía implique utilizarlas; espero...
Siguieron caminando hasta toparse con una pared de madera que tenía al frente un par de estatuas de dos tigres dorados. El capitán se puso al frente, desenvainó su espada, y la colocó al centro de ambas estatuas.
Enseguida exclamó:
-Muestra la boveda a tu servidor.
Las estatuas se movieron y entre sus rugosos cuerpos apareció una delgada puerta dorada.
-Pasen -Dijo el capitán, abriendo la puerta.
Los tres atravesaron la puerta.
-¿Le estaba hablando a los tigres? -Se extrañó Nancy.
No, -Contestó Twemilgrim- lo que pasa es que este barco es más que un montón de madera y clavos. Tiene vida propia, es...
-WOW!!! -exclamó la pequeña, interrumpiendo a Twemilgrim. Al jóven no le importó; pues comprendía el asombro de la pequeña al entrar a la bóveda de los sueños.

yo recuerdo que en el sondeo había más gente

*Yo tambien, pero una no escribe, la otra no se le ocurre nada y a la tercera no la dejan entrar*

Nancy miraba atonita esa boveda. Pero no solo era el hecho de que estubiera hecha en su totalidad de oro.
En los muros habia imagenes de sueños de antiguos pasageros del barco, pero estas se movian incluso salian de su cuadro para posarse frente a la cara de Nancy; debajo de cada cuado, estaba una placa de plata que tenia grabado el nombre del dueño de ese sueño y el año en que subio al barco.
En el centro de la boveda, sobre un pilar de madera, estaban posada una de barra de oro. Estas giraban con lentitud en el aire, resplandeciendo con la luz de las velas.
-¿Que tal el tesoro de este barco?- dijo Leo- Debo decir que es el mas grande de toda la historia.
-No lo puedo creer. Estoy viendo los sueños de todas las personas que han subido aqui.
-Exacto. Todos quedan aqui grabados para siempre- le dijo Twemil
-Dime Nancy- el capitan la tomo de la mano y la llevo a uno de los cuadros.- ¿Lo reconoces?
-Es Ty, el vigia.
-Asi es. La mujer con la que esta ahi es su madre. Ty estaba muriendo cuando lo hirieron en la guerra de Vietnam y lo unico que queria era decirle adios a su madre. Aqui estan los hermanos Beletti; su sueño era ir al pais de Nunca Jamas. Eran unos niños cuando los conoci. Toda mi tripulacion ha estado aqui antes, como pasajeros. Hasta tu Twemil.
-Si, que dias aquellos.
-Bien Nancy, es hora de que dejes tus sueños en la boveda. Ven conmigo.

Ambos se acercaron al centro de la boveda. Frente a Nancy se materializo un segundo pilar de madera, justo como el otro.
-Ahora, dejalo ahi.
-Esta bien- balbuceo la niña, aun estaba sorprendida.

Ella dejó la barra en el pilar. Cuando la soltó esta comenzó a flotar y se puso a girar lentamente, como la otra.
-Capitan ¿de quien son esas barras.
-Es de nuestro segundo pasajero. El estaba antes que tu, mañana lo conoceras.

que bonita historia

Es increíble, estuve esperando haber si alguno le escribía algo. Y nada. Pero bueno; si las historias siempre son escritas por sólo uno, entonces dos no está mal.

Nancy permanecía dormida. Soñando.
Dentro de su cabeza había un revoltijo de pensamientos y cavilaciones. Sus sueños eran interrumpidos por alguna fuerza.
En la más remota de las profundidades de su subconciente, Nancy se encontraba sentada a lo largo de un inmenso y desolado pasillo. Al fondo, un hombre vestido de negro la miraba fijamente.
Nancy sentía miedo hacia aquel extraño.
El hombre camina hacia ella. Nancy retrocede.
Una risa malévola retumba por su cabeza. Nancy se tambalea; intenta gritar, pero no puede. Está atrapada en su sueño. El hombre aún avanza hacia ella. Sigiloso.
Cada vez está más cerca... y más cerca...

-¡Nancy!
La niña salió de su pesadilla con un sobresalto. Entornó los ojos y su mirada topó con el rostro de Twemilgrim.
-Nancy, ¿estás bien?
La niña se talló los ojos.
-mmm... si, ¿por que?
Twemilgrim le escrutó el rostro.
-¿Haz tenido una pesadilla?
-Mmm... no lo recuerdo -Mintió Nancy.
Twemilgrim la miró una vez más, con el ceño fruncido.
-Bien, saca algo de ropa de Helga y dirígete al comedor, el desayuno estará listo en unos minutos.
Nancy asintió con la cabeza. Twemilgrim se retiró.

-Puedes intentar mentir a quien sea del barco, -Le decía Helga a Nancy, que examinaba la ropa que había dentro del ropero parlante- pero ni a Twemilgrim ni al capitán les puedes engañar; ellos son expertos en eso. Alguna vez fueron piratas.
Nancy tomó un pequeño vestido amarillo del ropero.
-¿Y tú cómo sabes que estoy mintiendo? -Se extrañó.
-Te estuve observando toda la noche, estuviste muy agitada. -Respondió Helga.
Nancy se puso el vestido.
-No quiero que se preocupen por mi. Además, fue sólo una pesadilla, y nada más.
-Si, eso espero.
Nancy abrió la puerta de su recámara.
-Nos vemos.

Nancy se dirigó al comedor. En el camino se topó con los hermanos Beletti, que le dieron los buenos días. También se encontró Ty Jackman y otros cuantos más.
Durante el recorrido por el deslumbrantemente bello barco, Nancy notó una extraña sensación, algún tipo de brisa más fresca de lo normal, además de detectar un movimiento del barco muy particular... su moviemiento era...
Nancy asomó la cabeza por una de las paredes del barco.
Y fue cuando lo vio... fue increíble, inóspito, fabuloso...
Al principio sólo fue el azul claro del mar... pero no había olas. Ni rocas.
Sólo había nubes, y algunos pájaros volando por los costados.
El barco zurcaba los cielos.
-Wow!!! -Exclamó Nancy.
-Si, yo también dije eso cuando lo vi.
Nancy volteó hacia el punto de donde provenía la voz.
Justo arriba de ella, encima de un barril, había un niño de no más de 14 años. El niño era delgado, alto, y de piel blanca y cabello color pelirrojo.
-Al principo da miedo pero luego te acostumbras. -Dijo el niño- ¿Y tú eres...?
-Nancy, mucho gusto n_n, y tu...?
-Crístopher, llámame Cris.
-Ok. ¿Y... por qué estás ahí arriba?
-Je, me castigaron.
-¿Por qué?
-Es una larga historia... ¿Vamos a comer?
-Si, vamos.
Cris bajó del barril, y ambos niños se encaminaron hacia el comedor, mientras platicaban sobre las asombrosas capacidades del Gold Dream.

Mientras tanto, Twemilgrim y Leo observaban a su dos huéspedes desde su oficina.
-Creo que se llevan bien. -Dijo Twemilgrim.
-Eso espero -Convino Leo- Aunque ese mocoso nunca me ha caído bien.
Twemilgrim permanecióp en silencio. Después miró a su capitán con cara de preocupación.
-¿Pasa algo? -Preguntó Leo.
-Nancy tuvo una pesadilla esta noche.
Leo se levantó de su asiento.
-Eso es imposible. Pesadillas, en mi barco, nunca.
-Pues a mi no me engaña. Ella tenía una pesadilla...
-¡No!... -Tajó el capitán- Eso no puede suceder. A menos que...
-A menos de que alla regresado.
Leo miró por la ventana.
-Pero yo me deshize de él.
-Pero no sabemos con certeza si murió -Replicó Twemilgrim.
El capitán se quedó pensando. Dio un largo suspiro.
-Vayamos a comer. Después hablaremos de esto. Pero recuerda; es confidencial.
Ambos hombres salieron de la oficina del capitán.

writer escribió:

Es increíble, estuve esperando haber si alguno le escribía algo. Y nada. Pero bueno; si las historias siempre son escritas por sólo uno, entonces dos no está mal.

¿Increible? Debiste de ver el de sakuramex, fueron como dos meses esperando respuesta.
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El capitan Leo no podia ocultar su preocupacion asu amigo Twemilgrim. Era obvio que el hecho de que aquel sujeto regresara le causaba una enorme preocupacion.
Era el unico que habia podido subir al Gold Dream sin tener un sueño, el unico que habia burlado a los tigres guardianes, el unico que casi roba lo mas preciado del barco...
Como todo un actor, Leo pudo disimular su preocpacion al entrar al comedor.
-¡Buenos dias tripulacion!- saludo a todos
-Buenos dias capitan- le respondio Dulce, sirviendole el desayuno. Unos hot cakes.
-Dulce, eso se ve muy bien.
-Y sabe mejor- le dijo uno de los Beletti
-Bien.- se dirijio el capitan a Nancy y Cris- Veo que ya se conocieron. Espero que se agraden, porque ambos estaran aqui mucho tiempo.

Durante todo el desayuno, el capitan Leo no le aparto la mirada a Nancy. Ella se dio cuanta de que el la miraba detenidamente, pero el se las ingeneaba para voltear un segundo antes de que sus miradas se cruzaran. El hecho de que alguien tuviera una pesadilla en su barco le preocupaba mucho. ¿Como era posible? Se supone que nadie debia tener pesadillas en el barco de los sueños, era imposible. A no ser que hubiera regresado, pero era imposible el mismo lo arrojo al mar y lo vio hundirse.
Le preocupaba mucho...
Leo se atraganto varias veces, gracias a Twemil y Ty se salvó.

En efecto, muy preocupado.

-¿Capitan?- le dirigio Nancy, muy asustada y despues de la decima vez que Leo casi se ahoga.- ¿Esta bien?
-Por supuesto Nancy. No debes asustarte
-Pero es la decima vez que se atraganta
-Es que le fascinan los hot cakes- esta vez respondio Dulce.
-En efecto.
-Bueno... si usted dice. Hay otra cosa que quiero preguntarle.
-Adelante Nancy. Dispara y te respondere con un cañonazo.
-O.O Este... ¿como es que el barco vuela?

Leo respondio con una risa.
-Todos preguntan lo mismo. Como te lo dije antes, ¿o fue Twemil? En fin. Los sueños de nuestros pasajeros son lo que mueve al barco. Y eso mismo le premite hacer maravillas, desde salir intacto en tormentas, hasta surcar el cielo y llegar a otros mundos. De hecho, para cumplir tu sueño dorado viajaremos a diversos mundos.

Acabado el desayuno, cada quien regreso a hacer sus respectivas labores. Ty subio al puesto del vigia, Dulce entro a la cocina, el resto de la tripulacion comenzo a limpiar la cubierta y atar unas cuantas sogas al asta mayor. Cris y Nancy estaban dispuestos a dar una vuelta por todo el barco, lo hubieron hecho, pero Twemil le recordo al niño que estaba castigado y lo regresó al barril.

Leo di Piero, capitan del Gold Dream, tenia el timón en su poder. Pero no lo movia a ningun lado y, en verdad, no habia a donde ir. Solo veian nubes por todos lados. Para ser francos, ni el capitan se movia.
Asi "navegaron" cerca de dos horas. Nancy se habia quedado cerca del barril donde su nuevo amigo estab castigado, ambos veian las nubes que dejaban atras de si mientras hacian la tipica platica de todos los pasajeros que suben al Gold Dream: ¿De donde vienes? ¿Cual es tu sueño? ¿Conocias la leyenda de este barco?.
-¿En el hospital? Hay conociste la leyenda del barco.?
-Si. Me la contó mi doctora para levantarme el animo.
-Levantarte al animo... ¿por que?
-Veras, en el mundo real
-¡Esto es real!- es dijo Paul Shark
-En el mundo real ¿que?
-Padesco de leucemia y... dicen que solo me queda una semana de vida.
-Vaya, lo siento- dijo el chico, rascandoce la cabeza.- Ahora veo porque al capitan le interesa mucho tu estancia.
-¿Como?
-Si. Desde que se dio cuenta que lo llamabas se intereso mucho porque subieras. Peter me dijo que nunca lo habia visto asi de emocionado por alguien.

En ese momento, el capitan Leo dio sus primeras señales de vida. De su pantalon sacó una especie de esfera azul e inmediatamente esta le mostro una especie de mapa. El capitan se aferró al timón y lo dirigio a estribor.
-Ja. Dentro de tres horas prepararemos el descenso, estan todos advertidos.- gritó- Puede que mañana al atardecer lleguemos a nuestra primera escala.

Sorry por tardarme tanto para escribir, ciertos proyectos me tenian ocupada, pero ya estoy aqui, aun asi, XD y pues a darle.

Nancy se sintio feliz ante la noticia, lo mejor del viaje vendria al amanecer, la euforia la invadio y se sintio mas viva que nunca.
- Creo que es hora de que vallas a tu camarote- dijo Paul- descansa, mañana te espera un gran dia- le dedico una ancha sonrisa a la niña
- Claro- dijo ella
Nncy camino lentamente sintiendo el aire en su rostro, feliz de sentirse tan viva, de sus nuevos amigos, de todo lo que ahora tenia. Entro en su camarote y saludo a Helga dedicandole una amplia sonrisa y haciendo una pequeña reverencia.
- ¿Un buen dia?- pregunto Helga
- Si, magnifico
- Lo mejor aun no llega...- susurro el ropero
- ¿Perdon?
- Que me alegro por ti.
Nancy se puso la pijama y se acosto dispuesta a dormir, no tardo mucho, sus nuevas ganas de que el dia siguente llegara pronto desataron el mar de posibilidades en su imaginacion, haciendola caer en un sueño profundo y sin pesadillas.
El sol brillaba en lo alto esa mañana, la brisa fresca movia acompasadamente las velas del barco, cuando Nancy desperto de sus sueños de posibilidades, feliz ante lo prometedor del dia. Salio del camarote en busca de alguien que le indicara un lugar donde poder tomar un baño, pero no habia nadie a bordo, o al menos eso era lo que ella creia.
- ¿Que haces aqui?- pregunto una extraña voz a su espalda, ella se giro a ver
- Yo...- guardo silencio, estupefacta de lo que vio
- Supongo que vienes con el capitan y su tripulacion, mi nombre es Naruto Uzumaki- dijo el chico, Nancy no podia salir de su asombro
- M..m..mucho g...gus...to- de obligo a decir
- Veo que ya conociste a mi amigo- dijo el capitan, pasando su brazo por los hombros del chico
- Si...- dijo Nancy en un hilo de voz
Vio por encima del hombro del capitan un paisaje que le encanto. Un presioso bosque que se extendia a kilometros y kilometros sin ver su fin. ¿Pero como podia ser eso posible?, no habia una costa o playa cerca. Con pasos lentos y torpes se acerco a la orilla del barco y no pudo creer lo que vio, el barco estaba sobre la tierra, como si fuera un avion que acababa de aterrizar en una ciudad cualquiera. En ese momento mas que nunca, se dio cuenta de que ese dia seria el mejor de su vida, y que como ese dia, le esperaban algunos mas...

-Veo que ya estas maravillada Nancy- le dijo el capitan- Naruto, ¿te importaria llevarla a conocer Konaha?
-Sabe que lo hare con gusto capitan.
-Asi me gusta. Me etiro jovenes, debo de ir a atender unos asuntos pendietes por ahi.
-¿De nuevo va a postarle a la vieja Tsunade?- le preguntó Naruto
-Por supuesto que no Naruto. Vaya, yo no pierdo tiempo en esas cosas. Que tengan un buen día.

Y sin decir mas, el capitan se fue.

-Si va a apostarle de nuevo, jeje- le susurro Naruto a la niña Otori.- ¿Nos vamos?
-A... ¿a Konoha?
-Pues claro, ¿a donde mas?
-¡SI! ¡Quiero ir a Konoha! Quiero conocer a todos los que viven ahi! ¡Llevame con Kakashi y con Sakura! ¡Quiero conocer a Kiba y a Neji! ¡Vamos!
Y siguiendo con la lista de todos los personajes de Naruto, Nancy tomo del brazo al chico Uzumaki y lo llevo corriendo hasta el puente que los dejaba bajar del barco. En el camino casi choca con uno de los Belleti y casi le derriba el desayuno a Dulce. Cuando puso los pies en la tierra se detuvo en seco, dandole un respiro a Naruto.
-Me falta algo- dijo ella
-¿Que?- preguntó con dificultad el ninja naranja.
-Una camara fotografica, quiero recuerdos de este día.
-Puedes compar una en la aldea
-Pero no tengo dinero.
-¡Nancy!- gritó la voz de Twemil- ¡Nancy! ¿Donde estas?
-¡Aqui abajo Twemil!
-Que bueno que te encuentro a tiempo. Corres muy rapido, uff.
-¿que pasa?
-El capitan me pidio que te entregara esto. Dice que ya sabras que hacer con el.
-¿Una caja?- pregunto Naruto- Leon si que esta loco
-No es la caja niño, es lo que hay dentro.

Nancy no perdio el tiempo y abrio inmediatamente la caja.
En su interior vio lo que estaba buscando. Una camara fotografica. Justo lo que necesitaba en ese momento.
Parecia ser una camara comun y corriente, sin nada que llamara la atencion. Solo su color azul llamaba la atencion, pero no importaba. Era solo un color.
-Debes tener mucho cuidado Nancy- le dijo Twemilgrim- Es muy delicada y solo tu puedes hacerla funcionar.

Por fin que escribes, llevavas meses
quejandote de que escribirias y no se
te veian ganas XD, bueno ahora continuare,
aqui es donde empieza lo lindo *-* XD

- Mil gracias Twemil- Nancy se acerca y le besa la mejilla- ¿nos acompañas?
- No lo creo Nancy, tengo varias cosas que hacer en el barco, pero en cuanto pueda, bajare a ver si te encuentro- dijo el chico
- Esta bien- dijo Nancy algo triste, pero recordo a donde se dirigia.
Tomo la mano de Naruto y siguio corriendo mientras acarreaba al ninja. De repente freno en seco, todo paresia irreal, sacado de la television, ahi estaban todos, ahi estaba el lugar donde muchas veces habia deseado estar. Ese pequeño lugar pintoresco, todo tal y como en television.
- ¿Que pasa?- dijo el ninja entre jadeos, sin percatarse de donde estaba- oh, si que eres veloz, ya llegamos
- Esto es...
- ¿Como en la television?- pregunto Naruto
- No...- susurro ella- es mucho mejor
- Naruto, ahi estas, te estaba buscando, tenemos muchas cosas que hacer hoy, ¿que no te dijeron que hoy llega el gold dre...?- Sakura guardo silencio al ver a Nancy- ¿quien es ella?
- Ella es Nancy, de hecho vengo del barco, ella es la niña que viaja en el- le explico Naruto
- Mucho gusto Nancy, yo soy...
- Lo se- interrumpio Nancy- se quien eres
- Bien, solo esperamos a dos personas mas y comenzamos con el recorrido- dijo Sakura
- ¿Recorrido?- pregunto Nancy
- Claro- dijo Naruto- tenemos todo el dia planeado, este dia lo pasaras aqui, con nosotros, y por la noche te iras.
- ¿Por la noche?- dijo Nancy impresionada
- Si
- ¿Tan pronto?- se quejo
- Si, aun tienes muchos lugares que vicitar.
Cinco minutos despues llego Sasuke, saltando de un arbol al siguente. Nancy se impresiono demaciado, verlo todos los dias en la television era algo genial, pero tenerlo frente a ella, de carne y hueso por decirlo de alguna forma, era aun mejor, mucho mejor.
- Lo siento, se me hizo un poco tarde- se discuplo Sasuke
- No importa- dijo Sakura con una ancha sonrisa- ella es Nancy, viene del Gold Dream
- Es un placer Nancy- Sasuke extendio su mano hacia la pequeña niña, ella estrecho la mano del joven, incredula
- El plaser es mio- dijo apenada
- ¿Y como te han tratado en el barco?- pregutno Sasuke, a manera de conversacion
- De maravilla, hay un ropero que es genial conmigo, todos se portan de lo mejor, no podria pedir nada mas- dijo Nancy
- Pues... si puedes pedir algo mas, de hecho de eso se trata, de que pidas lo que quieras y Leo lo vuelve realidad- dijo Sasuke dedicandole una ancha sonrisa
- O por lo menos finge intentarlo- dijo Naruto despues rio a carcajadas. Sakura le propino un codaso- lo siento
Esperaron 30 minutos mas, y paresia que esa persona jamas llegaria, Sakura se aburrio y se puso a desojar alguns flores de cerezo, mientras que Naruto y Sasuke platicaban con Nancy sobre como era su vida en el mundo "normal" por llamarlo de alguna forma.

*Jejeje, es que ya me reinspire. Y ya me artaron con NeoGalia xD*

-Y diganme- comenzó a hablar Nancy- ¿En serio hacen todo lo que veo en television?
-Pues depende de que veas en television- le respondio asuke- ¿Que es lo que nos has visto hacer?
-De todo... un momento, ¿como saben ustedes que en mi mundo solo son un programa televisivo?
-Es facil, desde que Leo es el capitan del Gold Dream, viene aqui cada año. Siempre nos cuenta lo que ve en los diferentes mundos que visita- le dijo Naruto.
-Debiste verlo cuando supo que en tu tierra es muy famoso- comentó Sakura- Hizo unos doscientos clones y se puso a festejar el solo.
-Entonces los jutsus zon reales!- saltó la niña
-Claro que son reales, de hecho, tal vez podemos enseñarte unos cuantos- le dijo Sakura. guiñandole un ojo.
-¿En serio? ¿Me enseñarian a hacer los clones de sombra?
-Por supuesto, son mi especial- le dijo Naruto sonriendo

Unos gritos los interrumpieron. Un sujeto que cargaba un costal se abria paso entre las callles de la aldea mientras un grupo de ninjas lo seguian por todos lados.

-Como puedes ver, nuestra vida normal no es muy distinta a la que conoces- decia Sasuke- Solo que las peleas no son de todos los días, los ladrones si.
-Y tambien los llamados a entrenar a las cinco de la mañana. Al igual que los retrasos de Kakashi sensei- se quejo Naruto.
-Sabia que lo estabamos esperando- dijo Nancy- Em...- la niña miro la camara que Twemil recien le habia entregado. No se habia percatado que tenia su nombre grabado en letras doradas.- Disculpen chicos... mientras esperamos... puedo... ¿tomarles unas fotos?
-Claro, no hay problema- le dijeron los tres al unisono.

Pues que bien, aver
si ya le avanzamos algo
mas a este fic XD, ahora
el que falta es Writer,
habra que pegarle XD

Nancy tomo fotos y mas fotos a sus nuevos tres amigos, paso otra media hora y no paresia que nadie aparesiera. Despues de un rato llego Kakashi e intervino en una fotografia de la pequeña niña con los ninjas, que un señor gordo accedio a tomar
- Tu- tu- babluceo Nancy
- Yo?... yo?- pregunto Kakashi, despues sonrio- supongo que tu deves de ser la que viene con Leo
- Em... si- se sonrojo Nancy- mi nombre es Nancy
- Pues es un placer Nancy, ahora si, vamosnos que me muero de hambre- dijo Kakashi
- Claro, usted no espero bajo el sol durante una hora y sin almorzar- se quejo Naruto
- Naruto....- comenzo a reprenderlo Sakura
- Ok, ok, solo vamos por algo de comer
- ¿Ramen?- pregunto Nancy, dudosa de si ese dato que le proporciono la television era cierto
- ¿Hay otra cosa mejor en este mundo?- dijo Naruto
Los cuatro se dirigieron al restaurante donde Naruto pasaba la mayor parte del tiempo, ademas de comer todos los dias ahi, ese era su trabajo por las tardes despues de los entrenamientos.
Nancy estaba feliz, en el camino se toparon con muchas personas, demaciadas a decir verdad, pero lo que mas le impacto fue conocer a todos los personajes de lo que ella considerava una serie televisiva, y mejor aun, que todos la saludaran tan cordialmente y la esperaran con ancias. Sin duda, era lo mejor que le habia pasado en la vida.
Llegaron al lugar y tomaron aciento frente a la barra.
- Naruto, hoy es tu dia libre, ¿que haces aqui?- pregunto Keiori, un hombre grande y robusto encargado del lugar
- Leo trajo a una vicita, y venimos a mostrarle lo mejor de Konoha y claro que no podia faltar este lugar- sonrio Naruto
- Solo por eso la casa invita- dijo el hombre- por cierto mi nombre es Keiori, un placer
- Gracias- dijo Nancy- yo soy Nancy, y el placer es todo mio
- Que niña tan linda- exclamo el hombre y despues se dirigio a la cosina, y de esta salia el sonido a trastes, agua y aceite en los sartenes.
- ¿Y que te parese Konoha hasta ahora?- pregunto Naruto
- Es lo primero que conoce Naruto, no creo que pueda responder aun- dijo Kakashi
- Por lo menos ella no hullo como el chico del que todos hablan...- dijo Sasuke por lo bajo
- ¿Que chico?- quiso saber Nancy
- Bueno Nancy... no creo que sea lo mejor que lo sepas- dijo Kakashi
- Por favor...- pidio la niña. Kakashi dudo un segundo
- Esta bien, hace unos años un chico llego al mundo de Sakura Kinomoto, era un chico raro... muy serio, y paresia, que a pesar de que Leo se esforzaba cuanto podia, que el chico jamas ponia una sonrisa en su rostro- le explico Kakashi
- Algo tragico- dijo Sakura
- ¿Y que paso despues?- pregunto Nancy aun mas interesada
- Nadie lo sabe con exactitud, pero dicen que consiguio un artefacto con el que puede viajar de dimencion en dimencion, y se la pasa todo el tiempo buscando la forma de llegar a tu mundo.- dijo Naruto
- Pobre chico- dijo Nancy- y ¿como era?, ¿ustedes lo conocieron?
- Yo lo vi solo una ves- dijo Sasuke- tiene los ojos grices y el pelo largo y negro, tiene unos 13 años cuando mucho, dicen que ya no crese, y esta andrajoso, dicen que sale solo de noche a robar algo de comer. Se oculta en las sombras- se estremecio.
- ¡Esta lista su comida!- declaro Keiori saliendo de la cosina. Los cuatro frente a la barra gritaron al unisono- ¿que paso?
- Nada Keiori- dijo Kakashi- nada...

-Si ustedes dicen eso- mencionó Keori, no muy convencido por esa respuesta. Regresó a la cocina a preparar otro pedido nuevo.
-Asi que... ese niño busca regresar a mi mundo.
-O ir, no sabemos en verdad de que mundo sea- le respondio Sakura
-Lo unico que sabemos con exactitud, es que el venia en el Gold Dream y Leo estaba dispuesto a sacarle aunque fuera una sonrisa- menciono Kakashi- En verdad, mu extraño ese caso.
-Nunca habiamos visto a Leo tan desesperado- dijo Sasuke por lo bajo- Regreso, minimo, diez veces a cada mundo que visitaron con tal de encontrarlo.
-Lo que es seguro, es que no esta en tu mundo Nancy- aseguró Sakura- El mismo capitan nos ha dicho que para llegar ahi, se necesita romper mas de una barrera, y que es de las mas fuertes.
-Mundos... ¿me podrian explicar eso?
-No sabemos mucho al respecto se disculpo Sasuke- Solo hay dos personas que podrian decirtelo todo. El capitan Leo y la bruja dimencional.
-Yuuko...- suspiro Nancy
-¡Ya dejemonos de romper la cabeza y de historias tristes!- interrumpio Naruto- Vamos a comer, que todavia falta mucho que visitar.
-Buena idea Naruto- lo apoyo Kakashi- ¿Que ese no es Akamaru?
-¿Que?- los cuatro chicos se voltearon a ver por la puerta a donde Kakashi habia apuntado, pero ni vieron nada
-No solo era un gato. ah, que buen ramen- termino diciendo poniendo el plato vacio en la mesa.
-¿Ya termino de comer?- se sobresalto Nancy
-Si, siempre termina igual de rapido- le susurro Naruto- A veces puenso que tiene una especie de coladera por boca